¡NUESTRO HUERTO!
El contacto directo con la naturaleza en la infancia es realmente importante para el desarrollo de la personalidad de los más pequeños, puesto que les ayuda a convertirse en adultos saludables y conscientes del entorno que les rodea.Actividades lúdicas, deportivas, o de descubrimiento, cualquier actividad en un entorno natural resulta muy estimulante para ellos.
La naturaleza saca lo mejor de los pequeños de la casa: en entornos naturales, de montaña o marítimos, están relajados, son felices y se sienten libres para dar rienda suelta a su imaginación y probar mil y un juegos… mientras, los padres también disfrutan como enanos.
Las experiencias con la naturaleza en la primera infancia aportan además numerosos beneficios: Desde el respeto por el entorno, hasta el incremento de la actividad física o una mejor salud mental y emocional, el contacto con la naturaleza permite a los más pequeños entender mejor el mundo en el que viven y, sobre todo, afrontar el día a día de una manera más positiva.
Las experiencias al aire libre no sólo entretienen a los más pequeños, sino que también les permite hacer ejercicio y socializar con otros niños.
Respeto por la naturaleza
El cuidado del entorno y el respeto por la naturaleza y los animales es algo que debe empezar a inculcarse en la más tierna infancia. Esto redundará en adultos más responsables en el futuro y con una mayor conciencia ecológica.
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